Translate

viernes, 21 de marzo de 2014

CHILE PRIMORDIAL por Waldemar Verdugo Fuentes

-CHILE PRIMORDIAL. Crónicas de viaje por Chile. Inscripción Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Departamento de Derechos Intelectuales N° 228.544, 6 de mayo de 2013, Chile. ISBN 9789563535617 Fragmentos publicados en revista Vogue y periódico Unomásuno de México, en ArteInc USA y en Prensa Libre de Guatemala, citados en Hemerografía final. Esta obra memoriza gentes y paisajes de los desiertos del norte de Chile: son siluetas de viaje a la zona que encierran en su conjunto un punto de vista y un testimonio personal. Quienes conocen Chile, lo describen como un país original, apasionante, bello, contradictorio y hospitalario por excelencia. Un país con 6.435 kilómetros de costa que ofrece toda la gama de paisajes, climas y costumbres que el turista pueda imaginar. Estas crónicas hablan del rostro de piedra silenciosa de los desiertos del norte, con sus oasis sorprendentes y sitios arqueológicos milenarios, en las faldas de alturas de poco menos de 7.000 metros, Tocorpuri, Llullaillaco, el Nevado Ojos del Salado de Atacama, a 6891 metros sobre el nivel del mar, el volcán más alto del mundo brotando de las arenas más secas, junto a la memoria de los primordiales de Chile que ubican la cultura del país entre las más antiguas de las que existe testimonio arqueológico. http://www.amazon.com/dp/B00HKO2MZ0

martes, 1 de octubre de 2013

ESTRELLAS CHILENAS DE CINE.

ESTRELLAS PIONEROS DEL CINE. Entre las heroínas del cine mudo chileno que hacían suspirar a los varones con sombrero de copa, encabeza la lista Isidora Reyé, diva de las primeras "vistas animadas", a quien se suman, entre otras, algunas actrices del teatro que desarrollan labores paralelas, como Hilda Blancheteaux, Gabriela Montes, Clara del Castillo, María Dalhberg y María Llopart, que fue enormemente popular en los primeros "radioteatros". Si bien Gabriela von Bussenius, en 1917, fue la mujer pionera entre los directores de cine en Chile, no fue la única. También es dable mencionar a Rosario Rodríguez de la Serna; que filmó en 1925 uno de los éxitos de taquilla de ese año: “Malditas sean las Mujeres” (inspirada en la novela homónima de Ibo Alfaro, publicada en un periódico como era usual entonces: por entregas. La historia narra la tragedia de un joven galán víctima de una mujer al más puro estilo de la vamp del cine norteamericano, de moda en la época). Ese mismo año de 1925, surge al cine chileno Eduardo Pérez Calderón, cuando estrena “La Ley Fatal”. Es Pérez Calderón uno de los primeros directores en obtener éxito unánime de crítica con esta cinta, no así de público, porque el tema que trata: el divorcio, era tabú entonces. El crítico Catón, en La Estrella de Valparaíso, el 10 de febrero de 1926, escribe: “Esta es una de las mejores producciones nacionales. Lástima que por la índole del argumento y la poca cultura cinematográfica de nuestro pueblo no tenga el éxito pecuniario que merece. Es nuestra primera cinta de tesis y es más que un ensayo”. En 1925, también surgió Juan Pérez Berrocal: “Canta y no Llores Corazón”. Pérez Berrocal era un popular actor melodramático cuando decide incursionar en el cine. Su fama teatral resistía cualquier crítica, aunque la cinta, según los cronistas de entonces, era meritoria en el momento, y tiene la particularidad de ser intento precursor del cine sonoro chileno, cuando en la escena en que la protagonista debe cantar el tema de la película, Pérez Berrocal incorpora un recurso fono mímico y luego sonoriza sobre la base de discos. Fue sólo un intento pero marcó el precedente. Luego intenta perfeccionar el sistema sonorizando otro de sus filmes: “Canción de amor”, pero tampoco da los resultados esperados. Otros intentos de sonorizar el cine en Chile se hicieron en 1927 (“Un Viejo Amor”, de Piet von Ravenstein) y en 1931 (“Sombras del Pasado”, de Page Bros), pero la primera película realmente sonora en el país fue “Norte y Sur”, 1934, dirigida por Jorge Délano, que cierra formalmente la época muda en el cine chileno. Una vez que el cine sonoro hizo su entrada y se crearon los primeros estudios adecuados, los directores pioneros chilenos hicieron un aporte desde el punto de vista estético, usando sin temor los exteriores y al mínimo escenas en cuartos cerrados; entre estos debemos destacar al citado Jorge Délano ("Escándalo", 1940); Eugenio Lignoro ("Entre Gallos y Medianoche", 1940); Patricio Kaulen ("Encrucijada", 1947); Miguel Frank ("Río Abajo", 1950), y José Bohr. De la mano de estos directores surgen las actrices María Teresa Squella y Chela Bon, ambas provenientes de la Academia de Arte Dramático de Santiago; también destacan Gloria Lynch, Hilda Sour, Esther Soré (que el público llamaba "la negra linda"), Carmen Barros, María Maluenda y Ana González, una de las dos más célebres comediantes chilenas del siglo XX, la otra es Silvia Piñeiro, ambas vigentes hasta el final de sus vidas por la televisión. Del mundo de la radio pasa con gran éxito al cine Malú Gatica, que se convierte en una gran diva del cine sonoro pionero. Malú Gatica (1922-1997) nació en la Región de la Araucanía, en Purén, trasladados sus padres a Nueva York, estudia allá el final de la enseñanza básica y la enseñanza media, adquiere el inglés como segunda lengua y sigue clases de canto, viviendo luego en Buenos Aires al final de su adolescencia estudia teatro en el Conservatorio de Cunill Cabanellas: participó en 51 obras de teatro, y en 16 películas en Chile, Argentina, México y Hollywood. Fue actriz pionera de las telenovelas, actuando en 24 de ellas, género en que se inició en Estados Unidos cuando participa en “Captain David Grief” (trasmitida entre 1957 y 1960), basada en escritos de Jack London. En Chile se le otorgaron todos los reconocimientos que otorga el país a sus artistas, incluida la Orden al Mérito Gabriela Mistral en grado de Gran Oficial por su aporte a la escena nacional. Otra estrella del cine pionero nacida en Chile es Evelyn Ankers, hija de padres ingleses nació en Valparaíso en 1918, donde vivió su infancia. Luego, trasladada su familia a Inglaterra, en Londres durante su adolescencia inicia su carrera de actriz; al iniciarse la Segunda Guerra mundial su familia se traslada a Estados Unidos, donde es contratada por los Estudios Universal, trabajando en más de 60 películas en la década de 1940 en Hollywood, particularmente en filmes de terror como “El Hombre Lobo”, “El Hijo de Drácula”, “El Fantasma de Frankenstein” o “La Venganza del Hombre Invisible”. Actuó junto a Abbot y Costello, fue la estrella de cintas pioneras de Sherlock Holmes, trabajó en filmes de aventuras como “Tarzán y la fuente mágica” y filmó hasta westerns, encarnando en el cine a “Calamity Jane” un personaje que nació en las revistas de tiras acerca del oeste norteamericano. Su última cinta fue “No Greater Love” (1960), actuando junto a su esposo Richard Denning. En especial, por sus filmes de terror es considerada la reina de las “screamers”, principal Scream Queen's, o "reina del grito", donde se ubica a las divas del cine clásico de horror. Murió en la isla de Maui, Hawái en 1985. Entre los actores chilenos ocupa un lugar pionero en Hollywood un hombre singular: Lucio Villegas, quien nació en Lota, Región del Biobío, en 1883; trabajó a partir de 1930 en Hollywood, cuando a los 47 años decide radicarse en California, donde falleció en 1968. Participó en roles secundarios en más de 50 películas, aparece, por ejemplo, en "Undercover Girl", “La Novia de Frankenstein”, “La Marca del Zorro”, "Red Dragon", en “Only Angels Have Wings” trabaja junto a Cary Grant y Rita Hayworth dirigido por Howard Hawks, y en “Goin’ to Town” actuó dos minutos junto a Mae West. Fragmento de EL JOVENCITO SÉPTIMO ARTE Waldemar Verdugo Fuentes.